¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?

¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?1  Sobre el arte de hacer preguntas.

Una de las definiciones más aceptadas del vocablo “arte” es: “cualquier actividad humana hecha con esmero y dedicación, o cualquier conjunto de reglas necesarias para desarrollarde forma óptima una actividad”2 .
Con esto en mente, tenemos que entender que no podremos tener éxito en la formulación de preguntas sin un conocimiento amplio del tema en cuestión. El primer paso para que un educador pueda realizar preguntas que responda a los más altos niveles de pensamiento debe ser siempre el estudio; la preparación. De lo contrario seríamos ciegos guiando a otros ciegos y terminaríamos ambos cayendo en el mismo hoyo3 .
Como educadores constructivistas tenemos que tener presente que el hacer preguntas no es una actividad exclusiva del maestro. Aunque nuestras preguntas son importantes, más importantes son aquellas que surgen del propio estudiante. En este sentido pienso que las preguntas que hace el maestro son las que motivan al estudiantes a resolver el problema y las que hacen los estudiantes son las que reflejan el éxito de nuestra gestión educativa.

Ahora bien, ¿qué ejemplos concretos puedo dar? Actualmente estoy realizando un proyecto con mis estudiantes de 10mo y 11mo grado sobre los tres tipos de computadoras disponibles para el consumidor común (desktops, laptops y minilaptops o netbooks). Los materiales de estudio fueron una tabla con las características generales de cada tipo de computadora y una hoja de perfil del usuario (cuatro perfiles, uno para cada equipo de trabajo). Mi pregunta: ¿qué tipo de computadora es el más apropiado para ese usuario? En el proceso los estudiantes se preguntaron ¿cuáles son las costumbres de esta persona?, ¿para qué la necesita?, ¿qué tipo de actividades realizará con esa computadora?, ¿qué programas utiliza?, ¿cuál es la necesidad?, ¿cuál la solución? ¿por qué ésta y no aquella?, entre otras. Hace unos días una estudiante se me acercó para contarme que le habían comprado una computadora nueva. Mientras la escuchaba pude notar que hubo aprendizaje. Para terminar me dijo: “gracias al proyecto creo que hice una buena selección”.

En el caso del séptimo grado mi pregunta fue: ¿por qué El Yunque debe ser considerado una de las nuevas maravillas naturales del mundo? Algunas de las preguntas que ellos me hicieron fueron: ¿cuáles son los requisitos?, ¿qué va a pasar si El Yunque es seleccionado? Pienso que la cantidad de estudiantes que me pidió permiso para votar en el salón es indicativo de que no solamente conocieron mejor a El Yunque sino que comprendieron la importancia de participar activamente en la votación, especialmente uno que resultó ser vecino de esta belleza natural. [Lástima que no lo logramos.]

En ambos casos mi primer paso fue prepararme mediante el estudio de ambos temas porque cuando un “ciego” se da cuenta de que quien pretende guiarlo es tan ciego como él, mejor se queda sentado.